MAGALI DE LA CALLE
Era prohibido tanto deseo,
Era secreto y desesperación,
Los sentidos se perdían,
La adrenalina nos penetraba.
No estaba permitido,
Para nuestros cuerpos ese goce,
No lo estaba, jamás lo estuvo,
Pero amarte era aire, era locura.
Quemaba, quemaba el cuerpo,
Quemaba mi vagina,
Deseando lo más profundo,
Tus dedos recorriendolo.
Nuestros cuerpos en la oscuridad,
Para que el pecado no se vea,
Nuestros cuerpos exquisitos,
Probados, rozados por los labios.