ANA MARÍA OTERO
De los dos,
¿quién fue el primero que llegó,
o el primero que se marchó sin decir adiós?
No recuerdo quién fue
el que después volvió
y cual el que sin rencor lo recibió.
¿Tú o yo?
No: tú y yo,
porque la historia se repitió más de una vez,
sólo que cambiando entre nosotros el papel.
Porque el que una vez volvía,
en la anterior era el que alegremente recibía.
¿A quién le toca ahora?
¿Quién de los dos se marcha
y cuál es el que una vez más
prepara la deliciosa bienvenida?