MOISÉS ESTÉVEZ
Como casi siempre, el AVE llegó puntual a la capital andaluza.
María no había parado de hablar del trabajo hasta la mitad del trayecto,
y Vincent tenía claro que necesitaba desahogarse y soltar lastre, por lo que le
prestó sus oídos hasta que decidió cambiar de tema preguntando qué era lo
que le apetecía hacer por Sevilla durante el ‘weekend’.
- Pues la verdad que es no había pensado nada en particular, ya que mi
intención era ponerme en tus manos. – - uf! Ya te dije que hace mucho tiempo que vine, pero bueno, no te
preocupes, ya se nos ocurrirá algo. Aburrirnos, te lo aseguro, no nos vamos a
aburrir. –
Abandonaron el andén después de haber recuperado el escaso equipaje
que llevaban y salieron de la sevillana estación de Santa Justa en dirección al
casco histórico. Fueron dando un paseo, les apetecía, una decisión
consensuada, al igual que hacer una parada en el Starbucks de la calle de La
Campana, se hacía imperiosa la necesidad de cafeína.
Tranquilamente, allí sentados, degustando un café americano de gran
tamaño, decidirían por que zona buscarían un lugar donde alojarse, y que sitios
visitarían…