MOISÉS ESTÉVEZ
Una nota de suicidio…¿Y por qué?
Ella no había hecho nada, no era culpable de nada, ella era la víctima.
Víctima olvidada por un entorno social, ignorada por una justicia inexistente.
Protagonista de un atroz y vil acto contra su persona.
Recuperada físicamente, no pudo superar la tremenda crisis psicológica
en la que se había sumido desde entonces. Si, se suicidaría, estaba decidido,
no sin antes dejar atado el último cabo.
Entró en el bar y escrutó con la mirada a todos y a todas. Gente que
tomaba el primer café de la mañana. Allí estaba él, de espaldas a ella, apoyado
en la barra, leyendo el periódico con pasmosa tranquilidad, libre después de
apenas tres años de cárcel, como si tal cosa, después de haber perpetrado su
violación.
Sacó de su bolso un pequeño revólver adquirido semanas antes en el
mercado negro, se acercó a un metro escaso y le apuntó directamente a la
cabeza…