NOELIA JEM
Qué forma de morir, distinta, tan real que en la penumbra se disipa la gente;
Qué forma de morir, las personas aparecen y desaparecen, son invisibles una sutil irrealidad que sumerge tan indiferente.
Qué forma de morir, una y otra vez, lenta y con rapidez, vestida de gala, le distribuye el placer.
Pero qué forma de morir tan sugerente tan sutil,
Sencillamente tan procaz y aún así, es divertida, es amorosa, es sensual promiscua, tierna y joven, cándida como las manos dádiva y abdicando en temblores;
tú y yo, amor moribundo que cesa, pues qué forma de morir tan espléndida.