MANGER
Entrégame al desdén pues este amor ya tengo;
escúpeme en la piel el fuego de tu odio
y aléjate después, porque pretendo ser
objeto de tu olvido y comprobar tranquilo
lo poco que te amé frente a tan cariño vivo.
Miedos, miedos,
miedo a las sombras,
miedo al abismo,
miedo a las dudas,
miedo a tu luz,
miedo al dolor que con tu amor me otorgas.
Probemos: recházame mil veces, olvida ya mi nombre,
sustráeme ese aliento que siempre me donaste,
retírate un instante para poder culparme
que nunca fui bastante, que yo sí fui un cobarde
al rechazar quererte por miedo a enamorarme.
Miedos, miedos,
miedo a quererte,
miedo al temblor de tus labios,
miedo a la noche,
miedo al roce de esas sábanas
que juntos nos envuelve…
Mi agradecimiento a los que habéis dedicado un poco de vuestro tiempo en la lectura. Saludos.
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